¿Sabes el motivo por el cual se construyó este monumento público? El objetivo fue homenajear y conmemorar a los trabajadores salitreros que habitaron las oficinas mineras en las regiones de Tarapacá y Antofagasta, con posterioridad a la guerra del Pacífico (1789-1883), para quienes la vida en la pampa y en las salitreras fue muy difícil.
La industria salitrera en nuestro país se extendió por casi medio siglo, entre aproximadamente 1880 y 1930. El auge de esta industria trajo consigo un movimiento demográfico importante. Miles de personas de todo el territorio chileno, pero también de los países vecinos, dejaron sus lugares de origen y se instalaron en las oficinas salitreras de las pampas del norte grande.
En las oficinas, las condiciones de trabajo eran durísimas: largas jornadas, castigos y el pago en fichas que sólo se podían canjear en las pulperías de las mismas oficinas. Las familias obreras realizaron diversas huelgas y manifestaciones para mejorar sus condiciones de vida, pero todas fueron reprimidas con violencia por el ejército chileno.
Es importante recordar que este monumento también rememora un episodio muy triste de este periodo, la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, en 1907, donde murieron hombres, mujeres y niños de la pampa salitrera tras demandar mejoras en su calidad de vida.
